El número ideal de parámetros para un método privado de una clase es CERO.
Sí, cero.
Y eso si es que realmente hacen falta. Y si de verdad necesitas pasar parámetros procura que nunca sean más de tres.
¿Y cómo paso los datos a mis métodos?
Puede que te preguntes ¿y cómo les paso los datos a los métodos? Pues la respuesta es sencilla ¡con las propiedades de la clase, que para eso están!
Las únicas excepciones son:
- El constructor de la clase.
- Métodos públicos que usamos para pasar datos a la clase.
¿Pero qué tiene de malo que haya parámetros?
Pues hay, al menos, tres de razones:
- Hacen que el código sea más difícil de entender.
- Es difícil recordar el orden de los parámetros (ya se, ya sé, los IDE de hoy en día hacen ese trabajo por tí, pero aún así).
- Es un síntoma de que no estamos usando correctamente la programación orientada a objetos. Una clase bien diseñada no suele necesitar pasar parámetros a sus métodos privados.
Cuando veas parámetros en una función piensa si los puedes convertir en propiedades de la clase. Si empiezas a ver muchas funciones con varios parámetros deberían saltarte las alertas, es muy probable que esa clase esté haciendo demasiadas cosas y quizá lo mejor sea dividirla en otras dos clases o más.